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Antonio Sánchez es un joven agricultor con pasión por el campo. Pertenece a una familia con fuerte tradición agrícola. Es nieto e hijo de agricultores, su abuelo fue socio fundador de una de las primeras cooperativas del Poniente Almeriense. Ha vivido el campo desde pequeño y eso se nota en cómo habla de sus cultivos.

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“Para mí la calidad es lo primero, me gusta mimar y cuidar hasta el último detalle de mi producción. Gracias a UNICA puedo precisamente centrarme en ello, olvidándome del papeleo y todo lo ajeno al trabajo en el campo. Yo soy agricultor, lo mío es estar con las plantas”.

Nuestro joven agricultor está al frente, junto a sus hermanos, de cuatro hectáreas de cultivo situadas en el Poniente Almeriense. Visitamos con él uno de los invernaderos con producción de temporada y pudimos comprobar la calidad de sus cultivos y el día a día del trabajo con Rosa, la técnico de campo de UNICA, que le asesora en cada fase del ciclo integral.

“Contar con profesionales como Rosa, con más de 20 años de experiencia en asesoramiento agrícola, me aporta confianza y seguridad. Ella nos orienta para sacar el máximo rendimiento de los cultivos, y también para que las plantaciones sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente”.

 

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Desde El Ejido a Europa con calidad certificada

Antonio tiene casi lista su última producción de sandía blanca sin pepitas, de variedad Red Jasper. Una fruta dulce y deliciosa que exportará a toda Europa gracias a la red comercial de UNICA. “Estas sandías son cultivadas aquí en El Ejido y en cuestión de días estarán en los lineales de los principales supermercados de medio mundo. Para cualquier agricultor es una satisfacción saber que estás contribuyendo a la alimentación saludable de muchas personas”.

Durante la visita tuvimos la oportunidad de realizar un tour por el invernadero de Antonio y los alrededores de éste. En la entrada hay setos de distintas plantas autóctonas que cumplen una doble función según nos explica: “Estas plantas aseguran la sostenibilidad de mis cultivos, ayudándome en el control de plagas y también me proporcionan unas vistas idílicas de mi lugar de trabajo. Soy un enamorado de la naturaleza y me encanta ver las plantas de lavanda a la entrada de mi invernadero todos los días”.

La pasión de Antonio por el campo y la agricultura se percibe en cada una de sus palabras. Está orgulloso de pertenecer a la tercera generación de una familia con tradición agrícola y su mayor deseo es que sus hijos puedan seguir la estela de generaciones anteriores.