No cabe duda que el Melón y la Sandía son las mejores frutas del verano, y no solo por su aroma y sabor dulce, sino también por sus excelentes beneficios para nuestro organismo.
Ambas frutas aportan a nuestro cuerpo agua, vitaminas, fibra dietética y componentes nutricionales que actúan como antioxidantes en el organismo, previniendo de esta forma algunos tipos de cánceres y retardando el envejecimiento celular.
Están compuestas en un 90% de agua y son bajas en calorías, ya que cuentan con aproximadamente con 35 calorías por cada 100 gr de fruta.
Lo recomendable con este tipo de frutas es consumirlas de 2 a 3 veces al día, picadas en trozos.
La sandía, contiene vitamina A en forma de carotenos, específicamente el licopeno, pigmento que le da el color característico a la sandía y es el que le otorga su propiedad antioxidante. También contiene vitamina B6 que regula el sistema nervioso y participa en el metabolismo de otros nutrientes. La vitamina C se encuentra en menor proporción, favoreciendo el sistema inmunológico, participando en la producción de colágeno a nivel de la piel y en la correcta cicatrización.
El melón, cuenta con propiedades nutricionales similares a la sandía, pero con la diferencia de que aporta una mayor cantidad de vitamina C, potasio y betacaroteno.