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La cooperativa de segundo grado UNICA ha firmado esta semana el acta de constitución y los estatutos de la Fundación que llevará su nombre. La formación en el ámbito empresarial, social y, especialmente, agrario, es uno de los principales objetivos que se plantea. La cualificación de los agricultores y de sus hijos será una actividad clave dentro del desarrollo de la Fundación, con el fin de lograr una mayor profesionalización y competitividad del sector. Siempre con la mirada puesta en la rentabilidad del agricultor, tanto del socio actual como de las generaciones futuras.
“La formación de los miembros de los consejos rectores de las cooperativas y de sus hijos facilitará que estén más preparados ante los retos del sector y les permitirá gestionar mejor su negocio y tener, en definitiva, una mayor rentabilidad”, destaca el presidente de la Fundación, José Martínez Portero.
Esta nueva andadura será una prolongación de los principales pilares de la cooperativa en los que trabaja desde sus orígenes, como son la promoción de las actividades orientadas a fomentar la sensibilidad por la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la alimentación y vida saludables.
La Fundación nace con la vocación de convertirse en una herramienta social para introducir hábitos de vida saludables mediante la implementación de programas de conductas sanas desde una temprana edad. Diseñará y gestionará proyectos alineados con la estrategia de UNICA. Propone un modelo de desarrollo que sea económicamente viable, que garantice el bienestar social, que asegure el uso racional de los recursos naturales y que respete la diversidad cultural, apoyando una política efectiva de igualdad de género.
El fomento de la economía social y de la investigación y desarrollo tecnológico serán también líneas de trabajo de la Fundación. Con el cooperativismo como referente, sustentará actividades sostenibles e inclusivas, teniendo en cuenta el territorio, las personas y la no deslocalización.
La Fundación se pone en marcha en un contexto en el que se hace necesario y urgente el debate sobre nuestra forma de vida, sobre la búsqueda de un modelo de producción más sostenible, con una vuelta a lo esencial y a lo necesario, en detrimento del consumismo acelerado, y donde la salud se sitúa de nuevo en el centro de nuestras prioridades. La Fundación también pondrá el foco en el aprovechamiento de la transformación digital para conseguir que la nueva normalidad sea también mejor que la antigua.