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La sandía es una de las frutas que más se asocia al verano, puede que porque fría es uno de los alimentos más refrescantes y deliciosos. Pero se equivocará quien crea que lo único que aporta es agua dulce. Cierto que es líquido más de un 90% de su peso, pero tiene nutrientes, vitaminas y otros componentes que suponen reconocidos beneficios para la salud. Además de propiedades muy apreciadas en estos tiempos: pocas calorías y mucha fibra.

Sólo por eso es muy recomendable contra la obesidad, para las dietas adelgazantes y para evitar el estreñimiento. Pero no hay que quedarse ahí. Lo mejor que tiene, según los expertos en nutrición, es el licopeno. El nombre no dirá mucho a los profanos, pero aparte de darle su color característico es un antioxidante con muchas y muy buenas propiedades. De hecho, es la misma sustancia que pinta de rojo el tomate, aunque en la sandía se encuentra una vez y media más de licopeno que en la misma cantidad de tomate.

Una “viagra” dulce y roja
Lo importante de este componente es que reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y las arterias. Y también se considerapreventiva contra varios tipos de cáncer, entre ellos el causado por el papiloma.

Su relación con las dolencias cardiovasculares se comprobó a través de un estudio realizado en 2017 en la Universidad Estatal de Florida (EEUU). A grandes rasgos, concluyeron que, tras suministrar a varios sujetos seis gramos diarios durante seis semanas de los aminoácidos L-citrulina/L-arginina, extraídos de la sandía, se mejoraba la función arterial y se reducía la presión sanguínea en la mayoría de esas personas, de entre 51 y 57 años, con riesgo de sufrir hipertensión. Podría evitar ataques cardíacos y otras enfermedades coronarias.

Esa misma propiedad hace que se considere la “viagra natural”, porque ayuda con los problemas de erección, al mejorar la circulación sanguínea y facilitar el flujo hacia el pene. Ya antes, en 2001, se había estudiado en la Universidad de Kentucky, también en Estados Unidos, pero no con humanos, sino con ratas de laboratorio.

Sometieron a dos grupos de roedores a una dieta alta en colesterol. A una mitad le daban agua para beber y a la otra, zumo de sandía. La conclusión fue que los segundos se recuperaban de lesiones arteriales en una proporción significativamente mayor que los primeros.

Remedio contra las agujetas

La sandía es también antiinflamatoria y analgésica y por eso se recomienda tomar sandía licuada antes o después de hacer un ejercicio intenso que puede causar agujetas o cuando se está muy cansado. Considerada tanto fruta como vegetal, hay evidencias de que ya la cultivaban los antiguos egipcios. El mayor productor del mundo es la China, con 75 millones de unidades en 2014.

Es ideal para dietas de adelgazamiento. El equivalente a una taza de sandía tiene 43 calorías, nada de grasa, 2 miligramos de sodio, 11 gr. de hidratos de carbono (que incluyen 9 de azúcar), un gramo de fibra. Proporciona un 17% de vitamina A, 21 de vitamina C, un 2% de hierro y un 1% de calcio, además de la B6, que ayuda a crear anticuerpos en el sistema inmunológico.

Muchas partes valiosas y muchos tipos de sandía

Y aunque sólo nos comemos la parte roja, no es la única con propiedades beneficiosas. La corteza tiene clorofila, y una cantidad de citrulina mayor que la parte roja. No es de gusto agradable, pero mejora si se pasa por la batidora y se añade zumo de lima, por ejemplo. Además, otra parte que se aprovecha en algunos lugares son las semillas, que se comen tostadas como las pipas de girasol.

Existen unas 1.200 variedades, y no todas tienen el interior rojo, aunque se cultivan y consumen sólo unos pocos tipos, sobre todo en España. Contrariamente a lo que se piensa, las que no tienen semillas no son producto de la ingeniería genética, sino resultado de la hibridación, una práctica común entre los agricultores.

No la compres verde, que en casa no madura
Otra ventaja de esta fruta sobre otras es que no se deteriora demasiado. Se mantiene cortada en la nevera más de dos días y si permanece una semana sólo se deteriora en un 6 a 11%.

Hay que tener en cuenta que es de las frutas que no madura una vez separada de la planta, por lo que hay que asegurarse de que está en su punto antes de comprarla. Para comprobarlo se puede rascar un poco con la uña la parte exterior y si se separa con facilidad es que está madura. O bien apretar con algo de fuerza y si cruje también está en el momento adecuado.

Hay que tener en cuenta que es de las frutas que no madura una vez separada de la planta
Por ponerle algún pero, no es la fruta más recomendable para personas con problemas de incontinencia, porque al generar tanto líquido llena pronto la vejiga. Y hay quien afirma que tomarla como postre no es lo más acertado, porque precisamente por su cantidad de agua puede dificultar la digestión. Es preferible comerla como mínimo media hora antes o después de haber ingerido otros alimentos.

Y conviene olvidar el falso mito de que no puede consumirse de noche o que no se puede mezclar con lácteos.

Fuente: La Vanguardia